Es sabido y repetido por todos (en varios idiomas) a la mejor usanza de la "guerrilla albanesa" de la que hablábamos hace algunas semanas atrás: el gobierno va a "arrasar" con más de 30% de ventaja en octubre, con Voldemort dejando a Rosalinda en el esfuerzo, aunque después le entregue a Diosdado... contra todo pronóstico.
De nada parece servir que se diga en todos los tonos que Cabello no goza de las simpatías del Patriarca cubano ni de los radicales de izquierda del PSUV. Tampoco parece tener relevancia los riesgos de la campaña en la condición actual del enfermo ni, mucho menos, que los representantes de Consultores 21 (la única encuestadora que no ha "perdido" una elección en 15 años) digan que es poco serio hablar de una diferencia de 30 puntos... a menos que se diga que Chávez llega 70, como en el 2000... Y ni siquiera GIS XXI (que dijo que Aristóbulo ganaba la Alcaldía Mayor) se atreve a decir eso.
Tampoco, dice Cabrera, es creíble darle al sector ganador de las últimas elecciones legislativas un market share electoral por debajo del 40% o de los 5 (no los 3 de las primarias) millones de votos que han caracterizados sus últimas 3 elecciones.
Sin embargo, todo esto es irrelevante. El discurso oficial ha sido elegido, probablemente con la aprobación de la inteligencia cubana y los líderes de la isla... porque permite ganar tiempo a favor de sus intereses. Los del régimen de los Castro, claro. Ni de vaina los nuestros.
Solo queda, entonces, hacer la debida advertencia: cualquier semejanza del "discurso oficial" con la realidad... o con lo que REALMENTE va a pasar, es pura y absoluta coincidencia.
MIENTE QUE ALGO QUEDA
Analistas como Masó (@faustomaso), Malaver (@MMalaverM), Blanco (@carlosblancog) o Gil Yepes (@jagilyepes) lo han señalado: la violencia y uniformidad del discurso oficial no dejan lugar a dudas sobre la gravedad de las circunstancias y la necesidad de mostrar un frente sin fisuras.
Y parecen tener razón porque, sin con semejante homogeneidad ya "perdieron" la gobernación de Monagas y, al menos, 9 de sus alcaldías no hay que preguntarse que tan rápido ocurriría la debacle si: a) hubiese dudas de que se va a ganar (cómodamente) la elección; o b) Chávez no va a ser ni el candidato ni el presidente... Pues hasta los números del IVAD y del inefable Jesse NO son buenos frente a esos escenarios.
Asi que Chávez debe ser el candidato o morir en el intento... literalmente.
Mientras, la matriz comunicacional del gobierno intenta restarle dinero a la oposición: que ningún contratista actual sueñe con asegurar su "futuro" con el otro candidato. El MUDo pues esa condición se intenta apelando a la autocensura de los distintos medios para bloquear, además, la exposición del desastre gubernamental.
Después de tópdo, una mentira repetida un millón de veces....
Y, claro, el "rumor" de ascenso al poder del capitán Cabello mantiene tranquilos a los soles, con o sin carteles... para evitar negociaciones dentro y fuera de los cuarteles. Por si acaso.
MISIÓN CAOS, PRIORIDAD: CHEQUERA
La batalla simbólica, entonces, tiene varios frentes. No basta con el discurso hipertriunfalista: en otras elecciones (y en la "casa matriz" del G2) se sabe que el miedo, la descalificación y la mentira generan desesperanza aprendida y ésta garantiza la rendición antes, incluso, de que empiece la campaña.
Por eso no se dejará que se inscriba ni un votante más en el extranjero o los nuevos en el territorio nacional deberán ir a territorios "chavistas" si quieren inscribirse y, lo que es más importante, APARECER en los listados de octubre.
También por ello se acusa a Capriles Radonsky de extranjero, burgués y gay para suprimirlo incluso como posibilidad remota en los sectores primitivos, de radicales nacionalistas y de extrema izquierda del chavismo moderado y light, mina de Ni - Ni's según los que creen en ese grupo.
Y, por si nada de esto bastará, se le amanaza de muerte públicamente para hacer del "No volverán" una amenaza contundente: los colectivos se vuelven ruidosos y persiguen al candidato o enloquecen en la UCV para que se entienda que la guerra civil de baja intensidad en la que hemos vivido los últimos 12 años puede volverse abierta y contra "el Este" si no abandonamos la lucha antes del 7-O y aceptamos que el V Reich es para siempre...
Pero, como nada de ello impidió la caída del Muro de Berlin o de la URSS y ni Fidel ni Raúl creen en el niño Jesús, se retoma la misión de la supervivencia: Voldemort llega una madrugada para irse la siguiente, acusar de violento a Capriles y dejar firmado ÚNICAMENTE el decreto del endeudamiento perpetuo, sin consultas, permisos ni rendición de cuentas.
Tanta prisa solo podía significar, no solo que (obvio) debe pasar en Cuba más tiempo del previsto y se le quedó la chequera, sino, además, que el saldo no le alcazaba ni para comprar con misiones los votos del triunfo, ni para "acomodar" a los mentores. Menos para la huída de las niñitas, la vieja, Huguito y los combos-acompañantes respectivos...
La pregunta es: alguien recuerda medidas tan radicales, intempestivas, ruidosas y desesperadas cuando Manuel Rosales?
Puede que José Vicente Rangel insista en tratar a Capriles como "la gran esperanza blanca" para enfatizar el sarcasmo. Pero nadie necesita tanto peo, tanta amenaza ni tanta plata si la ventaja es de más del 30 por cierto.
Y punto.
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