domingo, 3 de junio de 2012

Efecto CATIA

ELIBETH EDUARDO
No es octubre, es junio. La hora de la verdad ocurre, en principio, en esta mitad de año y no hacia al final, como piensa la mayoría.
No es accidental que el oficialismo se haya esforzado tanto por crear una matriz de opinión que apuntaba a dividir a la oposición con la esperanza de que se "cambiara" al candidato opositor o, al menos, hubiese otra candidatura.
El tema de Leopoldo López primero y el triunfo de Capriles Radonsky sobre los adecos después parecía terreno fértil para esto. No ha sido así.
A pesar de las encuestas, de la objeciones al candidato y de algún comentario (siempre se puede contar con papá Salas) sobre que la debilidad oficialista le quita urgencia a la Unidad, es precisamente la alternativa democrática la que tiene, sin lugar a dudas, un candidato único.
Porque, digan lo que digan, del lado oficial no se sabe - por ahora - si podrán tener a Chávez de titular.
Triste. Pero cierto.
UNA VOZ EN EL TELÉFONO
Conscientes de esta debilidad, el oficialismo, luego de las primarias, hizo todo lo que se le ocurrió para debilitar al adversario y no solo al candidato como tal: ha propiciado toda suerte de rumores de división desde la desersión adeca hasta las "reuniones" para cambiar el caballo (electo) en mitad del río de la campaña.
Tiros, insultos y encuestas han sido, por supuesto, las armas más evidentes. Nada: Capriles Radonsky, con persistencia judía, ni pisa conchas de mango ni cede ni se rinde.
Trabaja como bestia. Camina como bestia. Hace mucho y habla poco... pero fuerte y claro, contrastando con el "inusual" silencio del lado oficial que los 140 caracteres de twitter, de vez en cuando, no alcanzan a tapar.
Por eso las distancias (si las hubo) se acortan y acercan peligrosamente al empate técnico. Peor: GIS XXI sabe que ninguno de los "delfines" (incluyendo a la mayor de las hijas) puede derrotar al candidato opositor pues el 47% de los votantes "chavistas" y/o beneficiarios de misiones votaría por el gobernador de Miranda si Chávez no se postula.
Por eso los aspirantes a herederos corren de un lado a otro tratando de demostrar que si calan mientras ponen afiches y otras zancadillas.
Por eso el mismísimo Comandante bajó el tono y pidió dejar de lado los triunfalismo. Por eso abrazan la Ley de Misiones como si fuera suya; intentan decir que combaten al hampa y "aceleran" la entrega de viviendas.
Por eso tratan de neutralizar los 3 millones de votos (duros) opositores con el mismo número de seguidores en Twiter de @chavezcandanga. Se toman medias "populares" y efectistas; regulación de alquileres, locales comerciales, medicamentos, funerarias. Seguro pronto irán, de nuevo, tras colegios y clínicas tratando de que avance opositor no haga inviable cualquier intento de fraude menor.
Se sueña y se habla de 10 millones de votos. Ántes no lo lograron.
Ahora piensa en el T+2.
EXPROPIAR A POBRES
No obstante, la acumulación de errores, desidia e ineficiencia ha logrado convertirse en una significativa complicación para el problema electoral: quieren mejorar la movilidad... pero autopistas, avenidas y carreteras están en el suelo y repararlas genera cola. Es decir, el problema empeora.
Las reparaciones mínimas indispensables para dejar el Metro óptimo supondrían cerrarlo 2 meses... cosa de la que no vale la pena ni hablar: pesadilla total.
Hacer algo real para mejorar la seguridad supone más presos... cuando, más bien, se busca "liberar" legal o fortuitamente a los que ya están. Y las "complicaciones" podrían continuar.
Las más grandes, tal vez, han ocurrido en torno a la Gran Misión Vivienda: no es fácil convencer del proverbial "sabotaje" en el caso de las paredes caídas en la novísima Ciudad Caribia... que deja horrorosamente mal paradas a las petrocasas de la revolución bonita.
Pero lo peor es lo de la Calle Panamerica de Catia: el empeño de construir a troche y moche en Caracas los coloca en (graves) aprietos por el espacio.
Sin importar las simpatías que puede generar el que se reubique a los damnificados, expropiar carpinterías, fruterías y tiendas de zapatos a punta de mandarria es una imagen que podría indicar que tal acción fue suguerida por el enemigo.
Quizás la idea era disimular el ataque implacable a Empresas Polar... como si los casos de Barquisimeto y la Vinotinto dejarán lugar a dudas.
Como sea, llegó la hora de inscribir candidaturas y demostrar fuerza, tanto física como electoral. Y la alternativa democrática llega, contra todo pronóstico, fuerte y unida.
Quizás eso ayude a resolver el tema de los pequeños comerciantes de la calle Panamerica esta semana.
Sino, la amenaza de que "ahora van por ti y tu casa"... que tanto daño hizo en las 2 campañas anteriores quedará válidada por la miopía de Jorge Rodríguez. Tal vez por su avaricia.
La cuenta regresiva comienza sin que Chávez pueda "correr" hasta el CNE, mientas su rival planea cerrar Caracas con 8 puntos de salida para las distintas marchas lo largo de la ciudad.
No sorprendería que el punto 9 sea la calle Panamerica para consagrar, definitivamente, lo que ya se avizoró en las primarias opositoras, el sueño de Fausto Masó (@faustomaso): la pérdida definitiva del chavismo de los sectores populares.
El fenómeno de Petare... que ya ocurrió.
Ahora, el Efecto Catia.
Te lo pedimos señor.

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