lunes, 15 de octubre de 2007

Mujer de Palabra

Elibeth Eduardo


Sé cómo suena: mujer de palabra es alguien que jamás se desdice, que no mueve su posición bajo ninguna circunstancia, con quien siempre puedes contar y -probablemente- alguien en que puedes confiar ciegamente.

No obstante, no es ésta creencia la que espero que alberguen quienes -por voluntad o accidente- se den a la tarea de revisar el contenido de este blog. Para nada.

No es que sea dada a torcer la verdad pues, quienes bien me conocen seguramente declararán bajo juramento que "puede mentir por necesidad o por conveniencia... pero jamás por gusto", como lo expresaba la genial Agatha Christie de su más encantadora asesina en Cinco Cerditos, obra considerada entre sus mejores trabajos y una de las tres novelas de esta autora que cuento como mis preferidas.

Aunque me gusta creer que nunca he faltado a un compromiso... salvo circunstancias extraordinarias y, mis amigos pueden (y deben creer) que los acompañare en cualquier apuro pues "si me roza la muerte, dismilulo... que para mí la amistad, es lo primero"... como canta conmmovedoramente Joan Manuel Serrat en Las Malas Compañías, prefiero pensar que comerme mis palabras de vez en cuando no es algo que me humille o desmerezca: significa que soy capaz de aprender, de reconocer que otros pueden tener razón y, lo más importante, significa que se que empeñar la palabra en una circunstancia no obliga a cumplir lo expresado si las circunstancias han cambiado. Albus Dumbledore -el mágico alter ego de la señora Rowling- lo decía mucho mejor que yo en las páginas finales de La Cámara de los Secretos y, espero en que coincidadn conmigo en que a un personaje con tal talento y sabiduría vale la pena escucharlo (y siempre leerlo) cuando nos hace ver que la bonhomía no es tal si está desprovista de humildad.


Con estas palabras que me nombro

Fiel, iconoclasta, amiga, periodista, escritora, gerente, tía, hermana, hija, amante... mujer...

Estas palabras que me nombran -porque decido que lo hagan- expresan tanto como el título lo que tú (quien me lee en este momento) debes esperar de este fragmento de la blogosfera llamado mujerdepalabra: no es por cumplida, terca u honesta... cosas que también soy, sino por la pasión infinita que siento por el lenguaje escrito que es, a la vez, mi compañareo, mi amante, maestro y amigo.

No pienses que entiendo de números... en los que nunca he sido mala pero por los que no siento ninguna emoción.

Tampoco creas que encontrarás fotos, sonidos y videos en cantidades importantes al pasar por este blog: sí, puede haber fotos. O vídeos. O grabaciones y música, pero no son mi mejor herramienta de expresión y no intento competir con aquellos que lo utilizan magistralmente, dejando en claro que tienen talento natural para hacer de estos recursos su lenguaje. Por eso, difícilmente, me encontrarás en eTube.

Mujerdepalabra es una humilde y sentida confesión. Más que una orgullosa (más bien sorbebia) muestra de cualidades... que tengo pero que no son relevantes, MUJERDEPALABRA es el reconocimiento de una debilidad: no esperes los fuergos artificiales que caracterizan a internet en este blog. Ni desnudos ni animaciones... al menos que alguno de mis geniales amigos quiera prestármelos para hacerme quedar mejor.

No. Yo sólo soy una mujer de palabra: que disfruta del sonido y sentido de las mismas, que disfruta el intertar hacerlas vibrar... que vibro con ellas y espero que vibres conmigo... con estos diálogos que tengo a solas y que, para mi disfrute, ahoran serán por escrito... por el gusto infinito de ver cuánto puedo disfrutar el decir como siento las cosas que vivo y que, a veces, me resultan sin sentido... especialmente cuando no las puedo decir, cuando no las sé nombrar... cuando no las puedo contar.

Así que, si leer no es tu fuerte y no buscas desvaríos, ni chistes, ni divagaciones... te equivocaste de blog.

Aquí, ni más ni menos, nos declaramos por escrito porque, aunque sea de vez en cuando, me gusta recordar lo que fue mi ser hace mucho, mucho, MUCHO tiempo: escribo (para mí, para otros, para ayer, para siempre) luego... vivo... porque, seguramente, si puedo escribir lo que vivo y siento, debe ser que existo.

No puedo ofrecerte más. Soy una mujer de palabra... por lo que valga serlo.

Ni más... ni menos.

4 comentarios:

bored philosopher dijo...

Bueno, mujer de paklabra... te había dado la mía de que te visitaría, pues a ambos nos unen las palabras. Como decía mi amiga la poetisa Lourdes Sifontes Greco: 'Hombre de la palabra por perros acosado...'
A tí: ¿quién te acosa?
Recibe mis felicitaciones y bienvenida a las aguas bautismales de la blogósfera.
Tu amigo de siempre:
Oscar

bored philosopher dijo...

Bueno, mujer de paklabra... te había dado la mía de que te visitaría, pues a ambos nos unen las palabras. Como decía mi amiga la poetisa Lourdes Sifontes Greco: 'Hombre de la palabra por perros acosado...'
A tí: ¿quién te acosa?
Recibe mis felicitaciones y bienvenida a las aguas bautismales de la blogósfera.
Tu amigo de siempre:
Oscar

Proyecto PIOFA dijo...

Amiga, te describes tal cual eres, íntegra, directa, sincera, cero simulacros, eres una de esas mujeres que tienen la valentía y solidaridad que pocas personas tienen, gracias por la invitación.

Besos,

tu amiga Maryam Peña :P

Anónimo dijo...

Que bueno que comenzaste este blog! Ahora voy a poder estar en contacto contigo a pesar de estar tan lejos mana. No dejes de ponerle una fotico porfa. Tu bien dices que el uso de imagenes no es tu fuerte, pero como comunicadora que eres, estoy segura de que vas a complementar tus textos con algo mas. Cuidate mucho amiga. Nos estaremos leyendo (y viendo!) Un besote, Mina