martes, 21 de octubre de 2014

¿CUÁL COLAPSO?

                                                                   ELIBETH EDUARDO

La semana del 13 al 18 de octubre el gobierno celebró - con bombos y platillos - varios "triunfos" en el escenario internacional. Además de la octavita de la "derrota" a la empresa petrolera Exxon, festejamos un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU pero, sobre todo, la furiosa respuesta del gobierno estadounidense rechazando ese ingreso. Eso en realidad, es lo que le produce más satisfacción al gobierno. Su única satisfacción.
Porque, aunque han tratado de convencer al pueblo chavista de que es algo que no ocurrió nunca antes, lo cierto es que ya había pasado cinco veces ( http://ow.ly/3t009U ) sin que eso nos hiciera más o menos "importantes" en el mundo. Los gringos, más bien, han debido apoyar abiertamente la candidatura: quizás el gobierno, entonces, la hubiese retirado para que su postura antimperialista no se viera afectada.
Fuera de eso, análisis de BBC ( http://ow.ly/3t0dJr ) y otras fuentes ya han dejado claro que es un saludo a la bandera. No impacta sustancialmente nada... incluyendo lo que ocurre DENTRO de Venezuela donde, desde hace rato, no hay nada que celebrar.

¿VICTORIA? En cuanto al cacareado triunfo sobre Exxon, esta empresa logró que se fallara a su favor y se le reconozcan daños por incumplimiento de contrato. Además, conseguirá que le paguen una indemnización POR ENCIMA de lo que le había ofrecido el gobierno venezolano. 
Cómo técnica básica de negociación, no sorprende que la demanda de Exxon fuera por una cifra con más ceros de los que cualquier mortal sabe contar: eso garantizaba que no les pagaran cuatro lochas, en ninguna moneda, después de un proceso que se sabía largo. Garantizaron recibir el pago en moneda dura y no en bolívares, rupias, petróleo o cualquier otra baratija.
Básicamente. Por ello, en particular, sigo sin entender lo que el gobierno cree que ganó... 
No obstante, es claro que le venía bien poner en la opinión pública un tema "externo" que sustituyera al nuevo satélite chino porque la opinión pública (incluyendo los críticos de Aporrea) se han encargado de enfatizar que es más inútil que el ángel de la guarda de los Kennedy.
Sin dólares para medicinas o insumos para las miles de industrias que están mandando a los trabajadores a casa, sin cajita feliz, el realero para los chinos tenia cara de boomerang y se volvió bandera de la oposición. Lo del puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, sin duda, luce mejor...

UN BARQUITO CHIQUITITO. La auténtica noticia internacional es, sin embargo, la caída de los precios del petróleo para los cuales el gobierno solo tiene una respuesta: "agotaremos todos los recursos diplomáticos para lograr que la OPEP defienda los precios".
Esto fue ratificado al reportero de AP que le aguó la fiesta a Nico cuando, cual inspector Morse, exponía por qué era elemental que los escoltas de Serra no lo habían matado por iniciativa propia.
Pero su respuesta no fue suficiente. En adelante y hasta que ocurrió lo de la ONU le tocó responder en más de una ocasión que, a pesar de que el país necesita que el barril de petróleo cueste casi $120 para mantenerse, el que cueste $77 no es un problema. "Le aseguro al país que no habrá ningún colapso en la economía por la caída de los precios", ha asegurado con un poco de nervisiosismo en la voz, sin explicar como (en realidad) operará semejante milagro.
Bueno, quizás tenga razón. Con la escasez de Caracas (la más baja del pais) por encima del 70%; la inflación saliendo de escala, el tipo de cambio "libre" superando los Bs. 100 por dólar en Cúcuta y la primera importación de petróleo de nuestra historia para tener con que hacer lubricantes... porque ya no tenemos a la Exxon ni a Texaco, Venoco o PDVSA! Extrayendo el tipo de crudo que necesitamos para hacerlo... en el país que, según el líder intergaláctico de la revolucion, contaba con 200 años de reserva en petróleo. O sea.
Ya era grave que importáramos gasolina. Importar petróleo crudo es el equivalente a que egipcios y árabes recibieran barcos llevándole arena para sus desiertos.
Todo ello sólo demuestra que nuestro colapso económico y financiero no está por venir. Por el contrario: el nuestro esta en vivo y directo... cuesta abajo en la rodada.
Cómo diría Fausto Masó (@faustomaso): agárrense de las manos.


Enviado desde mi smartphone BlackBerry 10.

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