lunes, 1 de febrero de 2010

De Capuchas y condones

ELIBETH EDUARDO

Gracias al afán perfeccionista de tener todas las canciones que me gustan (no son tantas como suena) y SOLO música que me guste en mi iPod, esta semana incorporé a Los Fabulosos Cadillacs en él, incluyendo un tema que siempre me ha encantado: MATADOR... dedicado a uno de los símbolos de la "izquierda revolucionaria" de América Latina.
Pero, al escuchar ese versión de la lucha, la vida y la muerte de Víctor Jara, me encontré pensando en la gloriosa resistencia de la clase media de la ciudad de los Caballeros; en la batalla pacífica y honorable de la generación del 2007 venezolano y, sobre todo, en RCTV.
Escucho el verso: "mis palabras son balas... Balas de paz, balas de justicia... Soy la voz del noticiero al callar sin razón., por el solo hecho de pensar distinto... Ay Dios!"... y se parece demasiado a los males que vivimos hoy, al igual que el último suspiro de la canción: "Santa María de los Buenos Aires! Si todo estuviera mejor!"

Si todo estuviera mejor...
Pero, lamentablemente, no es así. Ningún fanatismo puede esconderlo y las declaraciones oficiales de que "hemos invertido más en el sistema eléctrico de los que se hizo en los 40 años", más que pena dan risa.
Algunos lo llamarán negación. Pero la verdad es que son puras mentiras. Y mejor que lo sean: de ser verdad o son unos corruptos como nunca vio el país (y eso ya es mucho decir) o su ineptitud profesional merece el mea culpa de varios decanos de Ingeniería así como de ex rectores de todas las universidades del país.
Si todo estuviera mejor la "revolución" podría soñar con los 1000 años del III Reich del nacionalsocialismo. Pero de esa ideología no tiene más que los rasgos oscuros que han hecho del nazismo la fase superior del fascismo, por ahora y hasta nuevo aviso.
Nacional... Socialismo... Me suena... Me suena...
Lo único que les faltó a los alemanes fue el: "uhhh ahhh Hitler no se va!".
A eso suena...

Sin capucha
Pero fue el incidente en la Rafael Belloso Urdaneta de Maracaibo lo que me cerró realidad y canción: por primera vez en este año se tocó un punto frecuente en el 2007, parte de las consignas de las protestas al igual que las "manitos blancas" y el llamado a la no violencia.
Nos referimos a la ausencia de capuchas: las protestas y líderes estudiantiles de este tiempo se caracterizan por apelar a la legalidad y, por tanto, actúan con los rostros descubiertos, aparentemente sin miedo al "golpe en la puerta" que anuncia la llegada de la fuerza policial en "Matador".
Ni Juan Andrés, Ricardo, Yon, Freddy, David, Julio, Roderick y tantos otros líderes estudiantiles de hoy (me disculpo por no saber y mencionar todos los nombres) han hecho nada para evitar ser identificados, detenidos o han dejado de presentarse a las condiciones puestas por unos juicios nunca iniciados y que parecen decididos a mantenerse eternamente sin sentencia.
Y es que al gobierno no le interesa sentenciarlos como líderes de la resistencia democrática y convertirlos en mártires. Prefiere acusarlos de violadores y homosexuales... Prefiere, por supuesto, presos "comunes": sin gloria ni leyendas tipo Víctor Jara. Sin honor, mérito o belleza.
Frente a la agresión paramilitar de Lina Ron, los Carapaica o cualquier otros totons macutes bolivarianos, frente a los esfuerzos de diputados, gobernadores y hasta fiscales oficialistas de convencernos de que vecinos y estudiantes han decidido quemar sus casas, carros y universidades para "desacreditar" al gobierno; a la dirigencia estudiantil le basta con recordarnos que lo único que ellos esconden son sus rutas porque ser inocente significa estar libre de culpa, no ser pendejo.
Quizás ni en 20 años ninguno de ellos llegue a Vicepresidente. Puede que, tampoco, nadie les escriba una canción.
No obstante, han demostrado que la capucha no es "símbolo de lucha" sino de cobardía y bandidaje, tanto ayer como hoy: la usan los violentos de todos los tiempos para recordarnos que no tienen ni argumentos ni razón.
Quienes detentan la condición de líderes estudiantiles hoy son conocidos por sus nombres. Y, aunque para muchos no son "revolucionarios" como Víctor Jara, al igual que él no pasarán a la historia y la memoria colectiva por haber sido usados y desechados según los intereses y berriches de ningún mandón.
Para gente como ellos estuvo escrito el "Matador": ni desechables ni anónimos...
Ni capuchas... Ni condones....


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