domingo, 2 de febrero de 2014

ECONOMIA DE GUERRA

ELIBETH EDUARDO

La primera vez que escuché a Voldemort increpando a todos que había que bañarse con el agua equivalente a un sólo tobo y un máximo de 3 minutos, me pregunté si sabía lo que hacía.
Me parecía que no tenía sentido que hablara de escasez en esos niveles porque era reconocer una falla de su gestión que ocasionaría penurias a la gente.
Luego me di cuenta que siempre podía (y lo hizo) argumentar que la causa de la crisis era que no se habían hechos las inversiones necesarias en los gobiernos anteriores, sin explicar por qué SU GOBIERNO no lo había hecho.
Pero, sobre todo, el gran arma de Voldemort en estos casos era el SABER que sus votantes no tienen mucho más de un tobo de agua. Muy pocos contaban con agua de tubo y esos, seguramente, no se verían afectados por la restricción.
Era la clase media la que tendría que acostumbrarse a las nuevas condiciones.
Porque ya en ese momento había iniciado la guerra económica.

PRODUCCIÓN DE ESCASEZ. Es curioso que sólo Henrique Capriles y Jorge Roig hayan reconocido aunque no insistido en lo que es una verdad ya evidente: la guerra económica existe y la declaró el gobierno contra el país.
Por ello hemos perdido miles de pequeñas, medianas y grandes empresas; millones de empleos y, la que es peor, líneas completas de producción de productos que ahora hay que importar.
La guerra económica contra la empresa privada ha ocasionado cientos de expropiaciones convirtiendo fábricas antes productivas en empresas "socialistas" que no logran sino dar pérdidas, contribuir a la importación masiva y a la escasez de productos que van desde el café de Fama de América y la leche pasteurizada Los Andes hasta el cemento, el hierro y el acero para las cabillas, por ejemplo.
Gracias a la imprevisión, fallas de mantenimiento y falta de seguro, la lista se extendió - ¡por dios santísimo! - hasta la gasolina, aumentando la "escasez" de divisas que nos tiene sin dinero para aerolíneas, medicamentos, alimentos y hasta papel periódico.

LA DEFENSA. Se ha dicho que la oposición no responde con asertividad a las acciones del gobierno y que no tiene discurso.
Probablemente el problema es que muchos sectores de la oposición coinciden con el discurso de izquierda que "esgrime" el gobierno.
Lo importante es retomar lo que fue el discurso de la enmienda y otros triunfos: recordar que el socialismo "real" o cubano acaba con la empresa y la propiedad privada garantizando la miseria para todos, como comenzamos a ver inexorablemente.
La falta de dólares es el comienzo del tobo para todos: la cola de Mercal (que la clase media permitió sin empacho) ahora recorre la patria.
Recordemos que en 10 años los que no tienen tarjetas de crédito tampoco han tenido derechos a comprar dólares. Es seguramente por ello por lo que el chavista pobre no entiende nuestros gimoteos ante la actual devaluación y restricciones de cupos. Nadie extraña lo que no ha perdido y nunca ha tenido.
Recordar esto y hacer suyos nuestros problemas es el primer paso para que trabajemos por una patria próspera para TODOS.
Ese es el camino y la salida para volvernos mayoría y expulsar el actual régimen.
Todo lo demás está condenado al fracaso y apuntalar a nuestros a verdugos.
Como hasta ahora.
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