domingo, 26 de septiembre de 2010

Para ver "Hermano"


ELIBETH EDUARDO

ADVERTENCIA: Como ocurre siempre en estos casos, quiero hacer notar que esta no es una crítica de cine, aunque el tema sea una película. No tenemos formación para ir más allá de una honesta opinión fundamentada que genera un comentario. Humildemente.
A pesar de eso, creemos que, para aprovechar mejor la experiencia extraordinaria de ver la opera prima de Marcel Rasquin, "Hermano", es bueno haber visto la ganadora del Oscar de Danny Boyle, Slumdog Millionaire (2009).
Del mismo modo, se recomienda también ver previamente "Invcitus"... verla también después de ver "Hermano".
¿Por qué? Porque son tres películas que tienen un mismo protagonista "fantasma", no declarado, que se va construyendo imperceptiblemente a lo largo de las películas, a pesar de los horrores que estás historias cuentan: la esperanza.

Oscar a la Fe. De "Hermano" puedo decir lo mismo que ya dije de Slumdog Millionaire: el guión vale más de un Oscar y es única en la cinematografía venezolana.
Única no sólo porque usa técnicas de producción guionística auténticamente profesionales sino porque aborda el tema de la violencia, nuestros barrios y su pobreza de una manera que está muy lejos de lo que es tradicional en el cine nacional y apartado por completo de cualquier visión "tercermundista" del fenómeno de la violencia o la pobreza.
Debo parar en este punto para decir que estaría gratamente sorprendida si "Hermano" ganara el Oscar a la Mejor Película Extranjera: creo que ese premio lo reciben películas que son, en sus conjunto, extraordinarias. Cinematográficamente hablando....
... y "Hermano" es un gran guión, una gran historia y una lindísima película. Pero no sé si se pueda clasificar como "extraordinaria" en Los Angeles. En Caracas es espectacular y marca un "antes" y un "después" en el cine venezolano. Espero, de corazón, que eso sea bastante para sus productores, promotores y director.
Volviendo a las (injustas) comparaciones: la historia de dos hermanos que pierden a su madre en un ambiente de gran pobreza pueden parecer más que una coincidencia entra las obras de Boyle y Rasquin y, aunque sus extraordinarios guiones logran que soportemos finales predecibles, hasta allí llega la comparación.
Salvo por algo que señalamos: en nuestro post "Oscar a la contracultura" (01/03/2009): el hecho de que buena parte de un país pueda hacer suyo el triunfo de uno de sus "pequeñitos" y que la esperanza, entre tanto horror, sea creíble le valió el Oscar (para nosotros) a Boyle... y debería dárselo a Marcel Rasquin.
Debería haber un Oscar para quienes hacen tangible la Fe.
Lástima que no lo hay...
El "madiba" de Eastwood. Y paso de Boyle a Eastwood para destacar un mérito que para mí, no tiene la obra del inglés: el logro de su personaje es proyectable más no proyectivo.
En cambio, aunque la Suráfrica de hoy no es la "Nación Arcoiris" y quizás nunca lo sea, en INVICTUS vemos un sueño que trasciende a un hombre para transformarse en la inspiración de una nación. De una sociedad.
La Academia, por supuesto, se dio cuenta de que más grande que Damon, Freeman o Eastwood: el grande era y es Mandela y lo que pudo inspirar (todavía inspira) con su liderazgo positivo.
Ambos directores, Eastwood y Boyle, se concentran en un hombre y en un sueño... Pero sólo Mandela hace de un sueño un proyecto de país y no un golpe de suerte.
Y es esa búsqueda del sueño colectivo lo que más le agradezco a Marcel Rasquin.
Gracias a su mirada honesta y sin sifrinismo, la de Boyle luce sospechosamente asombrada y distante: como si no pudiera creer lo que el paria fue capaz de lograr.
La mirada de Marcel Rasquin. En cambio, Rasquin nos vende un sueño personal que bien puede convertirse en inspiración colectiva, sin regodearse (como Boyle) en la miseria: ella hace al sueño más bello, más difícil, más caro... pero no es la gran protagonista como en Slumdog Millionaire.
Es ese acercamiento lo que más le agradezco a Marcel Rasquin: ese que deja claro que la miseria engendra malandros para castigo adicional de quienes habitan en la pobreza. La mirada de Marcel Rasquin le dice a una parte del país para la cual quienes viven en los barrios son desconocidos que, sin embargo, no son tan diferentes: comen torta, se enamoran, les roban sus cosas y quieren lo mejor para sus hijos.
Por eso, en la Venezuela de hoy, "Hermano" es un canto a la esperanza. A la reconciliación como aspiración de todos. Como necesidad
No es poca cosa: activar la esperanza. Significa que el sueño individual debe convertirse en logro colectivo, en visión y misión de país, en aspiración nacional.
Y eso sólo será posible si repudiamos la primera escena de "Hermano" con la misma intensidad con la que el país se estremeció por la ya famosa foto de la morgue de Bello Monte publicada por el diario El Nacional, con la cual quiero cerrar este trabajo: el día en que NO nos conmueva un bebé llorando en un basurero mientras una multitud es completamente indiferente, montones de cuerpos apilados en el suelo resultaran "normales" y "cotidianos".
Es eso, justo lo que no podemos permitir que nos pasé como sociedad: perder el valor del futuro es perder el valor de la vida. La del bebé y la nuestra. La de todos. La de cualquiera.
Permitir que nos gane (de nuevo) la comodidad y la indiferencia es permitir que la miseria nos habite adentro y que la conmovedora foto publicada como editorial por El Nacional (gracias a las bolas de mi amiga Ronna Rísquez) nos deje de importar.
Ser indiferente es morir socialmente.
Por eso es que hoy hay que ir a votar...



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domingo, 28 de febrero de 2010

Hablemos de INVICTUS

ELIBETH EDUARDO

A simple vista, amenaza con ser una película gringa cualquiera: héroes que vienen de abajo: auténticos losser que, sin embargo, se sobreponen a las adversidades con gran esfuerzo personal y logran el éxito. Contra todo pronóstico.
No obstante, las diferencias con una película estadounidense tradicional son también evidentes. En primer lugar, no aparece ningún gran héroe americano a salvar el día, elegido por los dioses de rigor y quedándose con la chica (como ocurre en la linda pero innegablemente gringa AVATAR).
Luego, la magistral dirección de Clint Eastwood nos libra de situaciones simples pese al final predecible y, finalmente (aunque no menos importante) ayuda en la diferencia el que la historia de INVICTUS sea un hecho real, al igual que sus protagonistas...

No hablemos de cine. Podríamos centrarnos en si creo que Invictus merece o no el Oscar a mejor película por encima de Avatar, la favorita.
Sin duda, creo que la dirección y el guión de Invictus son infinitamente mejores que los de Avatar.
Pero son los elementos políticos y no los artísticos los que motivan esta nota sobre esa producción. Así que no hablemos de la película sino de la historia detrás.
También - a simple vista - INVICTUS es un homenaje a Mandela al cumplirse 25 años de su liberación. No obstante, la consigna que promueve el film la describe con exquisita simplicidad: "Necesitaban un líder. Él les dio un campeón"... y, al hacerlo, Mandela ganó su pase a la historia como una de los líderes positivos y de las personalidades más brillantes del siglo XX, junto a Juan Pablo II, Teresa de Calculta, Walessa y Gorbachov.
¿Cómo? Mostrando claramente la diferencia entre un campeón/héroe y un líder de primera línea y dejando en claro que la expresión "se es líder para lograr que los demás actúen como uno dice" está sutilmente equivocada: eso también lo logra un jefe a partir de la autoridad.
Lo que demuestran Pienaar y Mandela en las estupendas actuaciones de Damon y Freeman es cómo un líder simbólico influye (no pide, no ordena) sobre otros, aunque estos no sean sus seguidores naturales: no importa el líder sino la visión del mundo que es capaz de inspirar en otros logrando que la hagan suya y la logren no por sino con él.

Visión 360. Quizás lo mejor de INVICTUS esté en lo que suele acompañar a cualquier buena historia, es decir, que nadie ve las mismas anécdotas en ella.
Así, mientras algunos como mi amigo que estudió en Ohio, Rubén, la ven como una película gringa, hecha para un público gringo a propósito de la transición en una sociedad racista que supone la elección de presidentes negros (Mandela en Suráfrica, Obama en Estados Unidos). Otros se quedan con el liderazgo estratégico de Mandela, acompañado de suspiros de envidia por lo que no tenemos.
Un tercer grupo, inclusive, mira hacia el pasado buscando las similitudes de Mandela con nuestros líderes históricos como Betancourt mientras otros tantos olvidan a los dirigentes para comparar tensiones: las grandes heridas de la sociedad surafricana post-apartheid frente a los "rasguños y fisuras" superficiales que - indiscutiblemente - nos está dejando en Venezuela la era chavista.

Nación "Arcoiris". Prefiero, en cambio, quedarme con esa parte de la anécdota (poco percibida) sobre la "Nación Arcoiris": la inclusión sin ghetos que hiciera de las calles de Suráfrica espacios donde la exclusión ya no existiera como, por ejemplo, en Brasil donde ver juntos a personas de todas las clases y razas no produce ningún escándalo.
Pero, la nación Arcoiris estaba muy lejos al comienzo de INVICTUS: Suráfrica parecía condenada a otra guerra civil, hija de la mala resolución de los conflictos raciales post-coloniales y que todavía marcan la desgracia de buena parte del continente cuna de toda la humanidad.
Lo mejor de la anécdota de INVICTUS es que la Nación Arcoiris no existía sino en la esperanzas de Mandela: las calles en las que blancos y negros; pobres y ricos se encontraran sin asco, incomodidad ni drama no eran posibles (o deseables) ni siquiera para los más fieles seguidores del Madiba y mucho menos para los "campeones" que lograron que comenzara a nacer.
Este sueño se construyó de a poco y en colectivo por mucha gente que creía más en Mandela que en su utopía. Más importante: se construyó inclusive por gente que no creía ni confiaba en él ni en ella, pero que asumieron la difícil tarea de encarnar un símbolo.
Sí, Mandela fue un gran líder y un extraordinario estratega. Y su gran éxito fue lograr que mucha gente diera lo mejor de sí aún cuando no creyeran en lo que él creía.
Algunos apostaron a él. Otros en la gente a quienes él les confío la misión de ser más de lo que eran.
Muchos sólo cumplieron con su deber, olvidando diferencias, miedos y desconfianzas.
Todos lograron la construcción colectiva de una nación que parecía imposible.
Nos legaron una lección de liderazgo... pero también de fe. De trabajo... de la esperanza que nos hace a todos dueños de un destino mejor si estamos dispuestos a trabajar (más que a creer) que una calle y un país puede ser de todos sin que nadie pierda.
Juntos. Ni siquiera hay que estar revueltos. Sólo tenemos que bregar para que sea posible.

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lunes, 1 de febrero de 2010

De Capuchas y condones

ELIBETH EDUARDO

Gracias al afán perfeccionista de tener todas las canciones que me gustan (no son tantas como suena) y SOLO música que me guste en mi iPod, esta semana incorporé a Los Fabulosos Cadillacs en él, incluyendo un tema que siempre me ha encantado: MATADOR... dedicado a uno de los símbolos de la "izquierda revolucionaria" de América Latina.
Pero, al escuchar ese versión de la lucha, la vida y la muerte de Víctor Jara, me encontré pensando en la gloriosa resistencia de la clase media de la ciudad de los Caballeros; en la batalla pacífica y honorable de la generación del 2007 venezolano y, sobre todo, en RCTV.
Escucho el verso: "mis palabras son balas... Balas de paz, balas de justicia... Soy la voz del noticiero al callar sin razón., por el solo hecho de pensar distinto... Ay Dios!"... y se parece demasiado a los males que vivimos hoy, al igual que el último suspiro de la canción: "Santa María de los Buenos Aires! Si todo estuviera mejor!"

Si todo estuviera mejor...
Pero, lamentablemente, no es así. Ningún fanatismo puede esconderlo y las declaraciones oficiales de que "hemos invertido más en el sistema eléctrico de los que se hizo en los 40 años", más que pena dan risa.
Algunos lo llamarán negación. Pero la verdad es que son puras mentiras. Y mejor que lo sean: de ser verdad o son unos corruptos como nunca vio el país (y eso ya es mucho decir) o su ineptitud profesional merece el mea culpa de varios decanos de Ingeniería así como de ex rectores de todas las universidades del país.
Si todo estuviera mejor la "revolución" podría soñar con los 1000 años del III Reich del nacionalsocialismo. Pero de esa ideología no tiene más que los rasgos oscuros que han hecho del nazismo la fase superior del fascismo, por ahora y hasta nuevo aviso.
Nacional... Socialismo... Me suena... Me suena...
Lo único que les faltó a los alemanes fue el: "uhhh ahhh Hitler no se va!".
A eso suena...

Sin capucha
Pero fue el incidente en la Rafael Belloso Urdaneta de Maracaibo lo que me cerró realidad y canción: por primera vez en este año se tocó un punto frecuente en el 2007, parte de las consignas de las protestas al igual que las "manitos blancas" y el llamado a la no violencia.
Nos referimos a la ausencia de capuchas: las protestas y líderes estudiantiles de este tiempo se caracterizan por apelar a la legalidad y, por tanto, actúan con los rostros descubiertos, aparentemente sin miedo al "golpe en la puerta" que anuncia la llegada de la fuerza policial en "Matador".
Ni Juan Andrés, Ricardo, Yon, Freddy, David, Julio, Roderick y tantos otros líderes estudiantiles de hoy (me disculpo por no saber y mencionar todos los nombres) han hecho nada para evitar ser identificados, detenidos o han dejado de presentarse a las condiciones puestas por unos juicios nunca iniciados y que parecen decididos a mantenerse eternamente sin sentencia.
Y es que al gobierno no le interesa sentenciarlos como líderes de la resistencia democrática y convertirlos en mártires. Prefiere acusarlos de violadores y homosexuales... Prefiere, por supuesto, presos "comunes": sin gloria ni leyendas tipo Víctor Jara. Sin honor, mérito o belleza.
Frente a la agresión paramilitar de Lina Ron, los Carapaica o cualquier otros totons macutes bolivarianos, frente a los esfuerzos de diputados, gobernadores y hasta fiscales oficialistas de convencernos de que vecinos y estudiantes han decidido quemar sus casas, carros y universidades para "desacreditar" al gobierno; a la dirigencia estudiantil le basta con recordarnos que lo único que ellos esconden son sus rutas porque ser inocente significa estar libre de culpa, no ser pendejo.
Quizás ni en 20 años ninguno de ellos llegue a Vicepresidente. Puede que, tampoco, nadie les escriba una canción.
No obstante, han demostrado que la capucha no es "símbolo de lucha" sino de cobardía y bandidaje, tanto ayer como hoy: la usan los violentos de todos los tiempos para recordarnos que no tienen ni argumentos ni razón.
Quienes detentan la condición de líderes estudiantiles hoy son conocidos por sus nombres. Y, aunque para muchos no son "revolucionarios" como Víctor Jara, al igual que él no pasarán a la historia y la memoria colectiva por haber sido usados y desechados según los intereses y berriches de ningún mandón.
Para gente como ellos estuvo escrito el "Matador": ni desechables ni anónimos...
Ni capuchas... Ni condones....


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domingo, 17 de enero de 2010

El G2 en la Oscurana

ELIBETH EDUARDO
Me lo dijo mi taxista: "en una ciudad como Caracas, el racionamiento no va a funcionar. No puede".
Adrián, mejor conocido como "El Cubano", luego de señalarme que en Cuba "el racionamiento era de 8 horas: la dejaban 3 horas en la mañana y 3 en la tardes para que la gente se organizara e hiciera la comida", no dudó en declarar, mientras pasábamos al lado de un Barrio "San Pablito"... casi completamente a oscuras que eso era "un peligro".
No entendió por qué no mantenían encendidas al menos las luces de la calle "para que el que llegue se pueda estacionar y ver al ladroncito que lo quiere robar o se está metiendo en la casa del vecino".
Yo, en cambio, sí entendí y se lo dije: si no "apagan" de lo que se "cuelgan" los barrios, estos igual siguen con luz y no hay racionamiento.
No obstante, siguió mostrando su preocupación. No es para menos: después de más de 20 años trabajando sólo de noche y con el peso de la devaluación duplicando cauchos y repuestos, lo menos que necesita es que se le caiga el trabajo a menos de la mitad. Justo lo que estaba pasando.
Y sin cambios todavía en el precio de la caña!!!
O sea...
Y, entonces, apagaron de día
Si de noche la expresión "boca de lobo" adquirió un nuevo significado, en el día "crisis energética" dejó claro la diferencia entre una desgracia y una tragedia cuando se "apagaron" tiendas, colegios, restaurantes, oficinas, bancos, servicios de diálisis y, especialmente, semáforos.
El sismo en Haití es una tragedia inconmensurablemente dolorosa. Dejar sin luz una gran ciudad como Valencia, San Cristóbal, Maracaibo y - sobre todo - Caracas, es una desgracia, también inconmensurable.
Un abuso. Un caos. Una barbaridad que ocasionaría grandes pérdidas económicas... caída en picada del PIB. Situación de guerra debido al hampa. Toque de queda
o, como dijo el cubano, "algo que no se puede hacer" y mucho menos mantener largo tiempo...
SS, G2 y superagente 86
Frente a todo esto, no pude dejar de pensar en la "eficiencia" de la Recontrainteligencia de este gobierno, ya trabajada en artículo del mismo nombre.
La gente suele tener dudas y pensar que son genios: que todo lo que pasa en este país es obra de la Sala Situacional y el G2 y, por tanto, está fríamente calculado.
No obstante, hay que ser ingenuo para creer que el Origami o Sudoko (siempre en japonés) digno del superagente 86 que se inventaron para desinformar sobre a qué zonas les tocaba en cada hora fue absolutamente (mal) intencionado para acelerar la desesperanza aprendida que logre nuestra completa y absoluta rendición.
Yo, en cambio, me quedo con el cubano... MI cubano, que conoce claramente las diferencias de una Caracas caótica (por eso no trabaja de día) y violenta (ni "levanta" extraños de la calle de noche) vs. La Habana pre-moderna, atrapada en un estancamiento anacrónico y casi pre-histórico, que no conoce de malls ni equipos alemanes, franceses, japoneses y gringos que no están diseñados para un inconcebible racionamiento de luz en una sociedad que pueda pagar esos costosos y sofisticados peroles.
No: si todo estuviera tan extraordinariamente planeado, el G2 hubiese encontrado la manera de complacer a Chávez y dejar sin luz sólo a los escuálidos de la lista de Tascón, mientras los canibalizaban los "javielitos" de San Pablito y El Guarataro que el miércoles trabajaron desde la más completa e innecesaria oscuridad...
Peor: por qué demonios arriesgaría Chávez su popularidad en la Venezuela "profunda", especialmente del Oriente del país - su gran bastión - si tuviera como joder y devolver al siglo XIX, únicamente a Las Mercedes, Prados del Este, El Country, La Lagunita y La Boyera?
Esfuerzos inútiles
No, el Presidente intenta repetir (sin éxito) en el resto del país los relámpagos del Catatumbo... mientras logra que el bombardeo de nubes funcione. Palear un poco la vaina.
Como están las cosas, podemos esperar una Misión "Catatumbo" o una mención especial de la Orden del Libertador con ese nombre para "estimular" el ahorro de energía, de ser posible en cadena nacional.
No obstante, lo que llegó sin cadena y en La Hojila, intempestivamente antes de medianoche y con voz absoluta de derrota fue aceptar, por tercera vez (2F92, 11A02) su rendición frente a Caracas.
Le aumentarán el racionamiento a Maracaibo y San Cristóbal, tratarán de desconcertar a Puerto La Cruz o Valencia y, por supuesto, habrá cortes diurnos sin aviso ni protesto en el Sur Este caraqueño. Pero, formalmente, la capital no sufrirá para que los chavistas que aún quedan en Petare, Guarenas, Catia, y, especialmente, La Guaira no arrugen antes de las elecciones para la Asamblea Nacional que gobierno trata, desesperadamente de ganar.
Mientras, la Sala Situacional, el gobierno y el G2 siguen intentando encontrar la Misión que los saque de este lío. El hecho de que no se haya anunciado todavía prueba que, de momento y según los especialistas, las expectativas/necesidades de ahorro del gobierno la transforman, más bien, en la Misión "Milagro" o "Imposible", como la de Tom Cruise: tan dura como la que enfrenta el PSUV para mantener sus cuotas en la AN.
Que nadie se llame a engaño: mientras Giordani y el G2 no resuelvan los cortes en el interior no hace falta que la oposición sea gran cosa, siempre y cuando logre ir unida y con candidatos más o menos correctos: para ganar, además de defender los votos, basta con que los chavistas descontentos no vayan a votar... y que los candidatos opositores conozcan muy bien la realidad regional.
Chávez lo sabe. Por ello seguirá dando aumentos, reduciendo horarios, haciendo anuncios distractores y puede que hasta pagué televisores, computadoras y neveras dañadas por los cortes como, hasta ahora, no lo ha hecho.
Sin duda, hará todo lo que considere necesario para evitar que Miraflores sea el centro de la arrechera y, al fin, también la alcance la oscurana...

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domingo, 3 de enero de 2010

2010, 2012 y otras leyendas urbanas de principios de año

ELIBETH EDUARDO

Lo confieso: aunque sentí curiosidad por ver cómo se las ingeniaban los gringos para salvar el mundo de la "profecía" de un pueblo que ya no existe al final decidí que ese augurio tampoco existía y me ahorré los reales de la entrada..
No obstante, creo que SÍ hay una profecía, un vaticinio que avanza y se hace más fuerte con respecto al 2012: más del 60% del país lo ve como la "fecha de vencimiento" del período presidencial de Hugo Chávez Frías, sin prórroga ni reelección posible.
Y, en lo que refiere a Venezuela, el evitar el cumplimiento de esa "profecía" de extinción presidencial es algo en lo que el Presidente se jugará la vida, con la misma intensidad que cualquier héroe gringo de la película "2012".

Todo comenzó en el 2010...
Aunque, no sin razón, habrá quien sitúe el comienzo de la actual etapa (y la que está por venir) en el 2007: pese al triunfo chavista en las presidenciales, 12 meses después no se logró la consolidación del proceso revolucionario. La "enmienda" constitucional perdió... por mucho o por poco. Perdió.
Luego, en el 2008 el oficialismo es derrotado en buena parte de las principales gobernaciones del país, incluyendo el triunfo opositor en la emblemática Alcaldía Mayor. De nada sirvieron las inhabilitaciones tramposas e inconstitucionales. Tampoco el "no volverán": los principales lugartenientes del comandante fueron derrotados, total y simbólicamente. Quizás por poco pero perdieron... TODOS perdieron.
Cierto también que, para muchos, este triunfo opositor fue de papel pues Chávez logró después que se aprobara la reelección indefinida y ha ido vaciando de atribuciones (más no de poder, para acrecentar su despecho) gobernaciones y alcaldías rebeldes... pero allí están: Ledezma, Salas, Rodríguez, Capriles, los dos Pérez y, especialmente, Ocariz, diciéndole al antiguo "titán": aquí estamos, ganamos con "los tuyos", aquí seguimos y, los que se tengan que ir (como Rosales)... también volverán".

Cuando el karma nos alcanza
Lo que "no volverá" serán los millones de renta petrolera, producto del barril a más de $120. Esa pérdida sin duda lo pagará el país pero será el comienzo de un nuevo modelo, confiemos que más exitoso que los tres (cacao, café y petróleo) anteriores.
Tampoco volverán la solidaridad y aplauso mundial que la chequera petrolera generaba: sólo los chulos del ALBA disimulan que HChF no les resulta un fantoche delirante. Aunque, tal vez, ni siquiera disimulan: los requisitos de admisión del ALBA nunca fueron los mejores ni se distinguieron por su buen gusto. Por ello, la alianza contó y cuenta con dos impresentables de marca mayor como Mel Zelaya y Daniel Ortega. Al lado de ellos, nuestro señor Presidente casi logra parecer como un "gentleman" de Sabaneta... Pero ni ellos logran que regrese su prestigio perdido. Todo lo contrario.
No volverán tampoco los días en que la palabra de Chávez sólo obtenía "bravo" y "amén" como respuestas en el corazón de los venezolanos de menores recursos: esos que lo siguieron ciegamente apostando a que, como el Flautista de Hammelin, los sacaría de la miseria. Nadie les dijo que los programas, invariablemente, eran barrio adentro... nunca afuera...
Igualmente, no estarán nunca más de regreso los días en que el mundo dudaba en sí era un visionario excéntrico producto de la zona intertropical o si es un nuevo tipo de dictador, a secas y sin llover.
Hoy el mundo tiene clara certeza de que la democracia venezolana intenta ser aniquilada desde las sedes mismas del poder: la AN, el TSJ... el Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores.
La imagen del Chávez demócrata es una de esas cosas pérdidas en estas recientes batallas políticas y mediáticas que, ciertamente, "no volverán".

Espíritu Bicentenario
El tiempo se ha cumplido según las creencias de la logia y cábala chavista: han llegado al ansiado Año Bicentenario... Casi de vaina, pero aquí están..
Atrás quedó el amargo abril del 2002 en que pareció que la revolución mundial se había perdido en sus descuidadas, aún soñadoras pero siempre ineficientes manos. Ese robado mes de abril ya no cuenta sino para la propaganda.
Mucho más importan hoy aquellos esfuerzos de los Constituyentistas "impulsados" desde Miraflores que dieron los frutos necesarios: no tenemos período presidencial de 4 años con reelección consecutiva (a lo estadounidense) como quería el país porque la cuenta, sencillamente, no daba. Diseñado el período presidencial a la gringa (cuando aún no se asomaba el deseo vitalicio) no hubiese llegado el Comandante a la celebración de los Bicentenarios: primero del grito de Independencia y, después, de la firma como tal...
Hubo pues que meter tacos cuadrados en huequitos redondos y "sacrificar" (siempre en su nombre y por su bien) el deseo de las mayorías.
Claro, las cosas no son como uno las sueña: el primer bicentenario los agarra con la posibilidad de perder la Asamblea (el auténtico poder creado por la Constitución de 1999, según Ramón J. Velásquez) y con el pronóstico de que apenas podrán celebrar el segundo antes de hacer las maletas para salir de Miraflores, si se cumple la "profecía" que circula en las encuestas en este momento.
Para contrarrestar esto, el oficialismo en pleno recurre a lo conocido y nos amenaza con una leyenda urbana: una nueva Constituyente, full inhabilitados y con circuitos a juro que garanticen la mayoría.
Cuenta nuestro señor Presidente con todas las ventajas que le da el Estado para tratar de imponer una mayoría... aunque sea chica que de nada le serviría en una Asamblea normal.
Si llega hasta allí, se estará jugando a Rosalinda: si pierde, lo pierde todo.
Por eso bombardeará las nubes, desalinizará la Laguna de Tacarigua e importará electricidad de Trinidad (Colombia es el enemigo) para paliar "la cara fea" de la revolución bonita de manera tal de no perder la revolución mientras se celebra el Bicentenario.
Después de todo, un maestro de lo simbólico como Chávez entiende que la derrota... en el año que tanto peleó por presidir, es mucho más que un mal presagio.
Suena, más bien, como un epitafio


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