domingo, 5 de julio de 2009

Modo TESIS










ELIBETH EDUARDO





En el Facebook. En el estado de los distintos chat-messenger de los que dispongo... a veces alternando con un (bastante) antisocial "Modo CONTESTADORA", el cual indica que se debe dejar mensaje pero no esperar una respuesta inmediata, menos una conversación. Sí, los más cercanos hace meses que se vieron rodeados y advertidos del "Modo TESIS", sin saber cuál iba a ser la consecuencia del mismo.


En apariencia y por mucho tiempo, no hubo ninguna: algo malhumorada, procuraba no desquitarme con nadie ni que me distrajera de mi trabajo. Incluso, mantenía dos artículos semanales para mi blog.


El hecho de que los estados del Facebook pasaran del cansancio absoluto al Modo CONTESTADORA no hacían sino aparecer menos importante que su uso masivo el Modo TESIS... Como si fuera una amenaza no cumplida. Puro aguaje, pues…


Blog off


Pero por supuesto no era así: la presión de la tesis combinada con un volumen excesivo de trabajo generaron violentas oscilaciones de mi estado de ánimo que, por supuesto, afectaron a mis seres queridos más cercanos.


Me disculpe ampliamente, traté de compensar, colocando entonces más presión adicional sobre mí...Y entonces llegamos al tiempo en que toda esta "condición" comenzó a notarse en mi blog: primero falló un domingo aunque llegó el artículo del jueves. O viceversa.


Una semana cualquiera no llegó ninguno de los dos. Ni la siguiente... Ni la que vino después, aunque elegía los temas, pensaba en las fotos e, incluso comenzaba a escribir: así, me calé el fin de semana del Apocalipsis de The History Channel para tener mejor material sobre el tema del 2012, mientras aumentaba mis fuentes de información para mantenerme actualizada y al día, de forma tal que pueda abordar (de la mejor manera posible) temas interesantes y con un análisis sin demasiados sesgos: mas de media docena de artículos están a la espera de ser completados.


Incluso, hice un añadido a mi blog...



Entre Facebook y Twitter


Como siempre, me costó: si resistí casi un año la tentación de tener un blog por la responsabilidad que suponía; si me llevó un poco más de 8 meses dar mi brazo a torcer e ingresar a Facebook porque, como buena desclasada soy profundamente antisocial (mecanismo de defensa), debo reconocer que con Twitter ni siquiera fue difícil resistirme.


Después de todo, entre el trabajo, la tesis, el blog y la esperanza (vaga y lejana) de tener una vida social un poco más animada, incluir un "adminículo" adicional a mi vida resultaba estrafalario; jamás había leído el twitter de nadie y sólo sabía que era una red social, combinación de palabras asociada inequívocamente a desagrados con Internet hasta que Facebook cambió mi vida... o, al menos, mi percepción de esas cosas.


Además, puesto que no conocía a nadie que combinara twitter y blackberry (el arma con la que encaro "exitosamente" los avances tecnológicos y comunicacionales) ni siquiera me preocupé por no tenerlo... aunque me sorprendían las invitaciones que me llegaban… Llegué a pensar que era importante que me enterara para generar el twitter de la oficina. Sólo el de la oficina. Nada más.


Y, entonces, pasó lo de Irán. Facebook pero sobre todo Twitter se transformaron en el centro de la versión del siglo XXI de la resistencia democrática, así como el medio de comunicación más avanzado, instantáneo, viralmente más poderoso que la gripe porcina.


Bueno, frente a eso, no ha excusa que valga. Descubrí entonces que gente que conozco lo (sub)utilizaba desde hace más de un año, probablemente porque tampoco tenían visión de su potencial. Además, descargué Twitterberry y me hice seguidora de CNN, Noticias 24; Unión Radios, El Nacional y Nelson Bocaranda para tener mi propio noticiero a un BB de distancia...


Volviendo a la Tesis...


El Twitter, además de mantenerme hiperinformada me ha permitido fijar posición sobre los acontecimientos cotidianos... en los cuales es imposible seguir el ritmo intencionalmente abrumador (para desinformar) del Gobierno. Facebook, en cambio, me permite sentir que no pierdo de vista a aquellos que estimo... pero que no están tan cerca y de los cuales, en otras condiciones, no sabría nada. ¿Significa esto el abandono permanente de mi blog? No.
De hecho, esta nota lo demuestra... junto al hecho de que las actualizaciones de
www.twitter.com/elyeduardo y mi estado del Facebook aparecen en Mujer de Palabra en el momento en que internet lo permite, junto con lo blog y los artículos más interesantes de mis amigos.


No, esta nota es un desagravio para quienes sienten que rompí un contrato psicológico que había hecho con ellos y, también, para mi... que encuentro en el escribir el refugio a mis angustias, mis errores, descuidos, miedos, debilidades y pendejadas.


Si, escribir es de las pocas cosas de las que me siento completamente segura y confiada: sin ser aspirante al Pulitzer, no corro riesgos por lo que escribo... sólo el de ser criticada o confrontada y, con ambas cosas puedo vivir.Sí, siempre extrañaré escribir y lamento no poder hacerlo más.


Pero, quizás, la única cosa que me guste más que escribir (sin contar el sexo) es aprender... para sentir que mejoro y, con ello, cumplo esos compromisos que tengo conmigo... y los que me quieren: aquellos que me han ayudado a lo largo de mi vida a superar mis limitaciones y a ser mejor.


La tesis es aprender haciendo y parte de un compromiso que me autoimpuse cuando decidí (y logré) ingresar a la Maestría y que debo honrar con mi grado.


Mujerdepalabra, en cambio, es el lugar donde mejor existo. No puedo dejarlo. No quiero dejarlo. Gracias por preguntar…Mientras, siganme en Twitter y recuerden que no digo adiós. No a escribir. No a mi blog.


Espero que, pese a la tesis, pueda recobrar cierta regularidad en él como part de mis exorcismos cotidianos.Les doy mi palabra: I will come back... Soon... Very soon...






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